viernes, agosto 30, 2013



Lamento

el aliento que sale de la boca…
Clarice Lispector




Gastar las palabras
desangrarlas
antes que puedan
ser dibujo sobre la piedra.

Condenarlas
a sus propios miedos
porque el corazón
desborda de dolor o de silencio

al desabrigo de la casa,
al desabrigo de los dedos.


.

1 comentario:

leonardo dijo...

condenar las palabras a sus propios miedos... un bello texto. ¡Cuánto desabrigo últimamente!
abrazo