Una ola del mar se metió en mi cama, en mi cuarto y me sacó de mi casa. Me tiene hace varíos días encima suyo navegando el mar. Hoy, estoy en un pequeño lugar frente a Belice que se llama Xcalac. De aquí irémos buscando reventar como una ola en una playa de alguna costa de Oaxaca.
Hasta ahora, sólo he estado a punto de ahogarme de la pura felicidad.
5 comentarios:
qué ricooooooooooooo
que el oleaje te traiga leve a tu hogar.
Besos
beso para ti, maria
oh querida, ola.
ahoganos de la vida
dile a esa ola que se llegue por acá, que el mar nos hace falta
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