desposeído
siempre tarde
caminas detrás de quien
solo ves la espalda.
Intentas adelantar su paso
y equivocarte menos
pero corre más que tú,
opina por ti
calla por ti
se esconde.
Donde no lo esperas
-algún lugar sin espacio-
aparece y gesticula
acaricia
o golpea.
Usa tu cuerpo, tus manos,
tus pequeños ojos.
Usa tu voz
-enredadera agarrada a tus paredes-
y desde ti susurra
o grita.
Él es todo lo que ignoras,
lo que quisieras saber.
Tú, el extraño que acosa y le persigue.
**
Tú, el extraño que acosa y le persigue.
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