Podría escribir, reiterada
y siempre
la palabra silencio
cada vez sería
como es
un estruendo que agazapa al poema verdadero
y da cabida a este entramado
acaso pequeña piedra de agua en el desierto
minúsculo corazón enterrado bajo tierra
o última respiración de un moribundo
podría escribir, reiterada
la palabra silencio
y ser con ella esa planta plena
a punto de florecer
o la esperanza del mundo
el horizonte más bello, más próximo y lejano
el nuevo nacimiento del sol
en el mar
podría escribirla, como escribo,
sin nombrarla,
y que ella sea la carnada que esconde el final de la caña
con la cual pescar honduras
o el cedazo donde se filtre el simple aire
para poder respirar
y no morir ahogada con tanto
tanto ruido.
tanto ruido.
.
3 comentarios:
María, gracias por regalar esta carnada para pescar el silencio y esa piedra-iman de agua en el desierto
Que belleza!!!
Quizás la verdadera tentación para el poeta es el silencio, pero es sólo eso: una tentación.
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