Busco deshacer los pasos
comprender el recorrido,
pero la lluvia que por estos días no cesa
lo inunda todo y desaparece.
Imposible saber por dónde caminamos.
Cuál fue el infausto recorrido
que nos llevó a la nada.
Sin explicación alguna,
precarias,
veo de regreso las pisadas.
De las cuatro que fueron
ahora solo hay dos
y una sangra.
y una sangra.
1 comentario:
bello poema, María. La lluvia, en efecto, parece tener esa capacidad para revelarnos la precariedad de las cosas...
un abrazo
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