viernes, marzo 19, 2010

Algunas veces
las menos
las privilegiadas
alguien escribe por mí.

Él o ella sabe cosas que yo no sé.

domingo, marzo 14, 2010

La noche

La noche llega
con agónica urgencia.

Los sueños
han de dormir entre las sombras
para que existan.

Horizontal ha de posarse el mundo
la respiración pausada
el movimiento
vuelo en la quietud.

La urgencia es de las estrellas
que agonizan.
De la luna
agónica de sed
por ahogar las penas
en alcohol y música.

La imperiosa urgencia
del hombre
por el arte
o por la sangre.

La envidia de las sombras
por ser luz.

viernes, marzo 12, 2010

La mañana

La mañana deslumbra
ilusiona
viene con la eternidad
como un regalo
que toca el infinito.
En ella me estreno jovencita
la escritura se desgrana
agua de rocio
sobre la hoja
y feliz
el mundo
es unos ojos
sin párpado
ni tiempo.

Pero llega el momento
en que el día
se quiebra en la cintura
y se desploma
el trompo se desboca
la tarde
avanza
sin remedio
en un grito que se acaba
antes de nombrarse.

Así
sin más
la noche llega
a ocupar su puesto

y un día más
desaparece.


jueves, marzo 11, 2010

miércoles, marzo 10, 2010

martes, marzo 09, 2010

Los niños siempre serán niños
así estén disfrazados.

















































domingo, febrero 28, 2010













Enceguecido el cielo

por un rayo de fuego
cierra los párpados
y deja de ver el mundo

La luna lo obverva

confiada en su ceguera
se desnuda
y así camina por su suelo

Atrapados
los sueños
la ven por la ventana
y se enamoran de ella
cuando pasa.

jueves, febrero 25, 2010



















Poco a poco el aire
savia
va cargando de nuevo
su pulso entre mis venas.


Cachipay amanece en calma
los pájaros cantan
Cocola, la perra nueva,
bate feliz la cola que no tiene

y el cilantrillo, lejos de estar muerto,
espera
de mi mano su vaso de agua.

Yo respiro hondo... hondo...
Lentamente escribo.
Sonrío.

jueves, febrero 18, 2010

Historia Clínica

Febrero 9 a 16 2010


¡La Tierra no es verde

es roja!

Una camilla, el Mundo

y en ella girar y girar

como recorriéndolo.


El hueco en el techo

la pintura levantada

el listón de madera

a punto de caerse...


Escribir:

acto subversivo

agresivo

frente al lenguaje brutal del cuerpo.


Mi cuerpo quieto

aire aire aire

El pensamiento libre.


El cuerpo

La máquina sensible


Gente gente gente

Cuerpos exacerbados

Dolor.


Un cuarto no es tres paredes y una puerta

Es una sola pared hacia la cual

poder voltear el cuerpo.


Las mínimas pertenencias:

el celular, las gafas,

papel, lápiz, un libro.

Los ojos: ver, pensar.


Entre la vida y la muerte

Sólo hay aire.


Río de Sangre
Cuidados intensivos

Un caudal de cuerpos viene cayendo aguas bajo.
Es un río salvaje
de sangre.
No sólo un ser se enferma
cuando enferma.
La enfermedad como la vida es multitudinaria.
Arrastra cuerpos en montonera
blandos
blancos
rosas
trozos de pelo, carne y piel.

Vienen por millares
a golpes contra el suelo
y entre sí.
De tanto en tanto
las aguas cegadas en sí mismas
arrojan moribundo
uno que otro hacia la orilla.
Los más, no resisten los embates
sucumben al esfuerzo
y continúan su trayecto ya apacibles
hasta el fin.

Fantasmagóricos
afuera, en la Tierra,
algunos seres blancos
desvalidos
aguardan en la orilla.
Esperan
un ansiado aplacar de la corriente
y en el breve remanso
divisar aún con vida
a un niño
a un anciano
a una mujer o a un hombre
para tenderle
un palo
o una soga
o la mano.

lunes, febrero 15, 2010

Habitación 530
Hospital San Ignacio

Una paloma observa y reposa
perezosa el mundo
en el alfeizar de la ventana

las golondrinas
como en el patio del colegio
juegan a saltar las ramas de los árboles
sin temor de rasparse las rodillas

el viento murmulla
a los oídos de los árboles
y el sol enciende esta mañana
los ojos perezosos de las hojas

Yo
obligada a la cama
aprendo a respirar de nuevo

Cada quién en lo suyo
la vida
la vida
imperceptible
rotundo
pulso entre las venas

Nada pareciera poder interferir su flujo...

En una cama enfrente
una dulcísima mujer
agota
gota a gota la miel de su cuerpo

esperando volver a ser panal

A mi izquierda, otra,
pequeña por los años
carga
un gigante corazón dentro del pecho
y en sus pulmones la piel del humo
atesora el ancestral veneno
del cocer con leña

Más al fondo,
a una hermosa joven
un lobo oculto le lame las entrañas

Yo
a pleno amanecer del día
de nuevo con quince años
soy la noche sentada
la falta de aire
el ahogo
el ahogo
la sensación de atrapamiento
la cantaleta de mi madre en el tocador
su poder sobre mí
su ira
su ira

mi silencio

mi silencio

y el escuchar
con el corazón desbocado
el chillar de un pájaro encerrado
dentro del cuerpo.

viernes, febrero 05, 2010



















Miami-Bogotá


Bueno o malo

no importa

por fin el poema

irrefrenable irrumpe

no es posible dejarlo de escribir

es caudal de vino

espejo de nieve acá en el cielo


cielo avión

cielo canto


no existe la frontera

de mí misma

soy el azul y el blanco

del ensueño

la cordura inservible


es feliz

ser viento

alas


el propio avión de ser poema

por encima de las nubes.