lunes, diciembre 21, 2009

En el cielo dos pájaros
bailan el amor
sin importarles el vértigo.

Tal vez ya no lo sienten
tal vez el vacío es la boca abierta
por donde se alimentan
tal vez ella
la boca el vértigo
los besa.
















martes, diciembre 15, 2009

Fragmento de realidad

Al lienzo de la noche
el canto del gallo hace una grieta
por donde atraviesa la mañana

el perro negro sale de su ensueño

orina contra el árbol y ladra
haciendo coro en la distancia

un pájaro

inmóvil regresa volando de su luna
abre el pico y se transforma en piano

el cielo
despliega sobre la tierra
su cuerpo de mujer ilímite

por donde navegan los aviones las aguas

los gigantes movilean sus espejos verdes contra el viento

y los frutos en sus brazos
se arraciman como ciudades atestadas de soles.

A los pies
fulminado contra el suelo
un pequeño cuerpo tejido de plumas yace inerte
sin poder respirar más la tierra.

Nadie se inmuta.
Sólo ella.
Cada día que amanece es el primero.

Nada recuerda que hubo ayer, piensa.

martes, diciembre 08, 2009

viernes, noviembre 27, 2009

Campo de batalla

Frente a mis ojos:
la devastación.
Teñida de ocre la tierra sangra.
Árboles arbustos plantas
heridos de muerte
muertos
son cadáveres
brazos rotos cuerpos demembrados
hojas secas.

El universo de los pájaros ha colapsado.
Los nidos caídos de su cielo
como copas derramadas
ocultos
lloran su propia muerte.

Los huevos

pedazos de sol quebrados contra el suelo
manchan de amarillo las ramas
los troncos
y las raices yertas.

Escucho los lamentos doloridos
de las aves.
Son quejidos pequeñísimos.

¡Cuántas madres habrán perdido su crías para siempre!
¡Cuántas parejas se habrán fracturado como vidrio en mil pedazos!

Los gusanos
los insectos

ejercen su derecho como todos a la vida
desvisten a mordiscos
pájaros azulejos carpinteros cardenales
y los dejan desnudos
en sus jaulas de costillas y de huesos.

En pie
un viejo árbol solo
sobrevive

Arriba
-dioses impasibles juegan a ser ángeles y son ángeles-
los buitres.

Al hombre no se le ve por ningun lado.
Ésta es sólo su huella su sombra tras de sí.

Quizás no demore.
Venga a terminar de deshacerlo todo
a hacer de los cádaveres camas o leños para el fuego.
Quizás se compre un pájaro mecánico
de vuelta a la cuerda cuando se sienta solo
y el canto de lata sea su propio invento.

Quizás
-ojalá-
no vuelva

y vuelva a reverdecer el monte.
Al caer la tarde

El sol detrás de la nube
apático se escapa
y el verde del paisaje
se vuelve uno mismo con la noche.
Del sol, la sombra,
su seda negra más fina,
oculta la espalda del cristal de la ventana
la viste de espejo
y en ella es a él a quién descubro.
A su lado estoy yo sentada.
Juntos somos cuerpo imagen cuerpo
eco silencioso.

Al centro del reflejo

el sol
realmente nunca se ha marchado

nos alumbra disfrazado de lámpara.

sábado, noviembre 14, 2009

Silencio I


En medio de una cosa y otra

y de esta soledad por la que suspendida rondo
te pienso

te pienso de puntillas para no hacer ruido
que perturbe este silencio de sonidos
tan ocupado buscando sin abrir los ojos
ni abrir la boca

y me preocupa.
Me preocupa la poesía erótica
tan sentida juzgada usada y femenina
tan lugar común.

Sí, me preocupa
la dependencia

del alma
ese ser en mí que nunca he visto
y aún sin saber si existe
me dicta cuando quiere
estas voces que se llaman versos
versos libres
un universo mucho más amplio
infinitamente más amplio
que escribir en exclusiva poemas de amor.


¿Pero acaso no son todos los versos todos

actos eróticos de amor? me pregunto y me respondo
y continúo más tranquila
suspendida en la solectud de las palabras
pensándote como si no
.
II


El silencio

es una casa solitaria llena de ruido
noticias en la radio
autos que pasan y gritan
paredes rompiéndose en la calle
celulares convulsos
que se estremecen con premura
sirenas cargando a sus enfermos
platos y cubiertos que cantan
para quienes duermen siesta
hielos entre vasos que se chocan con los sueños
conversaciones alegres entre tanto


Es una casa llena y sola
que escucha el mascar de un gato su comida
el sonido caudaloso de un estómago
el teclado de un computador
susurrando el ritmo imperfecto de unos dedos


Es la rotunda llenés de todo,
pero la espera.
III

Escarbo adentro adentro
saco paladas de aire para poder entrar
me hundo me pliego
me hago letra
entro en los ríos los lagos los pequeños charcos de tinta
tomo su forma las huelo
las palpo
a golpes de uña les quito la piel
busco adentro
más adentro
su carne
más pulpa
les busco
el corazón.


IV

Vivo al filo del mundo
ni allá ni acá.
Hago equilibrio sobre la angosta tapia
y recorro con la precariedad humana
el silencio magistral por donde se mueven
los gatos.


martes, noviembre 10, 2009

Verso Libre

Esta noche de inspiración cerrada
la libertad de la palabra
es un campo abierto
infinito de paredes blancas

Por donde mire
afuera en el espacio
o adentro del alma
sólo está el vacío
como nubes como niebla
como mancha

El único ser que se avista
en el paisaje
es mi propio ser al centro
aguardando de pie
en silencio.

lunes, noviembre 09, 2009

La muerte de la Rosa

La muerte rondó mi casa anoche.

Se llevó consigo, en silencio,

la vida de la rosa.


Solitaria

anoche
murió la rosa blanca.

Sin quejarse

desgonzó la cabeza simplemente

y un pétalo cayó sobre la mesa.

sábado, noviembre 07, 2009


Hoy tuve el privilegio

de ser vista por un colibrí
que me miró con su pequeño
punto negro más profundo

que la más honda de las aguas

miércoles, noviembre 04, 2009

domingo, noviembre 01, 2009


En esta continuidad que nos persigue

nada puede ser más efímero
que nuestra dicha

Dura la eternidad de
una gota de agua que cae
el sonido del violín que traspasa el de la lluvia
el silbido de un pájaro
la luz de la lámpara
la cobija de lana
el ronroneo de la cafetera
y la taza y la cuchara

Dura lo que dura el silencio de mi padre en su lectura

El descanso de las gafas sobre el libro

Sombra durmiendo
como un pie de cama junto
a la cama,
y tú.

Eso dura.

martes, octubre 27, 2009

Poesía en Voz Alta - María Tabares


Hay tiempos del amor

en los cuales como en la creación del mundo

se confunden las aguas, la tierra y el cielo


el día y la noche


el saber del norte y su diferencia

con el sur, el este o el oeste.


En los que el día luminoso

circundante

se opaca, pierde brillo.


Tiempos del amor

en los que el deseo olvida

su lugar de origen


en los que ni el ser buzo en las profundidades de las aguas

de sal

ayuda a encontrar simiente

que ayude al cuerpo a no ser desierto.


Tiempos donde no hay cómo ofrendarle

el amor

al amor

que no entiende nada, pero callado exige

despiadado y dolorido

sentirse satisfecho.