domingo, enero 11, 2015

1.

Pienso y siento barro
indiferenciado,
denso como el mal sabor de las noches malas.
Intento hacerlo fluir
pero mucho es su peso,
no hay fuerza que logre
suavizarlo, aligerarlo.
Por más agua que riegue
es imposible hacer de él
simiente de un río.
Es barro que no circula.
Barro que ya huele a podrido.


***

2.
¿Dónde me mezclo con los otros?
Xavier Oquendo

Hoy por fin soy un pez de luz.
Sin espinas las frambuesas
silvestres bocas de dulce humedad
esperan por mi mano.
Los perros y su libertad
no me asustan o agobian.
El hombre, en el que creo,
no es más ese desconocido
enemigo.
Hoy no soy denso barro que me ahoga.
Liviana
la sal fecunda mis ojos en flores
de cristal sobre el rostro.

.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Maravilla de la impermanencia,
el milagro de la luz tragándose
las sombras.